Utilizaban blusas, corpiños, corsés, enaguas múltiples, miriñaques, crinolina, camisolas y un sinfín de prendas.
Además de accesorios como sombrillas, sombreros pañuelos, cuello de encajes, guantes, bolsas, zapatillas y botines.
El uso del corsé se debía a que las mujeres se disputaban la cintura más estrecha, conseguida con corsés tan apretados que hasta les quitaba la respiración y las hacia desmayarse.
En tanto que las mujeres del pueblo vestían simplemente faldas largas, blusas con altos cuellos y un mantón, utilizaban alpargatas y recogían sus cabellos con moños.
En Sincelejo la moda de la clase alta era tomada de los modelos que llegaban desde Cartagena o Mompox, difundiendose a otros territorios y siguieron los mismos parámetros de diferenciación social.
La Fe cristiana también queria imponer en la mujer el modelo de virtudes de la virgen Maria en contraposición de la imagen pecadora de Eva.
Con el transcurrir de los años, la tradición medieval considera que la mujer debe ser educada, pero solo la de la clase alta.
Solo hasta el siglo XVIII con la ilustración y las reformas borbónicas y la expulsión de los jesuitas se empezan a dar cambios en el campo educativo que favorece a la mujer, especialmente con la reforma de Moreno Y Escandón.
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